Contradanza

Por: Florencia Varela.

Contexto histórico.
Existieron creadoras pioneras muy importantes de la danza en el Uruguay que marcaron el nacimiento y desarrollo de la danza moderna y contemporánea del país. Podemos decir, que fueron auténticas guerreras en un medio donde la danza moderna era algo muy nuevo y era necesario crear desde cero el camino para incorporar públicos y difundir estos lenguajes en el entorno. Estas luchadoras fueron Elsa Vallarino, Hebe Rosa, Mary Minetti, Cristina Martínez, Iris Mouret, Ema Haberli y Teresa Trujillo.

El grupo Contradanza se crea hacia fines de 1986, años después de que estas pioneras fundamentales sentaran las bases de la danza moderna y contemporánea del país. Contradanza se une a la continuidad de una fuerza que comenzaba a gestarse hacia finales de la dictadura cívico-militar y que se intensificará a partir del comienzo de la democracia en 1985.

Dentro de estas fuerzas expresivas se manifiestan con gran impulso los grupos ya existentes y a la vez emergen nuevos, marcando así un nuevo inicio para la danza. El caso del grupo Babinka es un claro ejemplo de esto. Babinka fue un grupo cooperativo formado por 13 mujeres, donde todo se resolvía en asambleas y no había una dirección única sino colectiva. Aparecían así novedosos formatos en la organización de la danza. La coreografía “Gris” de Verónica Steffen en Babinka, crea un impacto fuerte en los espectadores del momento, su contenido político entretejido con su lenguaje poético surreal, desnudan una nueva mirada sobre la creación, sentando así un precedente.

Todas estas energías en libertad comienzan a desnudar los esqueletos y ayudan a salir de un duro pasado que tendió a congelar los cuerpos de una sociedad entera. Contradanza se sumó a este movimiento colectivo aportando también a esta revolución de los cuerpos destapados, cuerpos que necesitaban expresarse, cuerpos posdictadura. Un poco después, lo hará también Graciela Figueroa y el grupo Espacio, contribuyendo con osadía y de manera muy importante a esta nueva expresión.

En este contexto, podemos considerar a Contradanza como un grupo que aportó una mirada específica y particular a la creación en danza.

Formas y metodologías.
En cuanto a la forma y los métodos de creación, se puede decir que una característica de la creación en danza en décadas previas tenía que ver con la trasmisión de material previamente creado por las/los coreógrafas/os y luego trasladado a las/los intérpretes. En términos generales esa era la forma de crear, existiendo algunas excepciones más experimentales.

El grupo Contradanza probablemente vino a introducir la sistematización de la exploración de movimiento abierta desde la improvisación, la creación e investigación de las/los bailarinas/es sobre los materiales que propone cada coreógrafa/o. Esto marcó las dinámicas creativas de una manera muy clara. Entonces, podemos decir que si bien había una propuesta de contenido y una dirección específica por parte de la coreógrafa, todas/os las/os participantes también eran creadoras/es.

A veces, se trabajaba sobre materiales “puestos”, pero había mucha libertad para poner en juego los recursos que las piezas necesitaran. Las más veces proponiendo material experimental y de investigación y a veces haciendo una traducción directa de un material específico.

Los tipos de lenguajes trabajados estaban muy influenciados por la danza-teatro que en el Uruguay de la época no era tan conocida como un lenguaje que se estaba construyendo y sistematizando en el mundo más que nada europeo y estadounidense.

Todos estos elementos pudieron ofrecer una mirada particular de las piezas compuestas en Contradanza. También el tratamiento de ciertos contenidos, relativos a las emociones, pero sobre todo de estados.

Otro aspecto qué también podemos resaltar, fue la propuesta de hacer temporadas largas de presentaciones de las producciones. Era una época difícil para la danza uruguaya, en el sentido que no había un acceso importante a los teatros, pero Contradanza logró establecer un vínculo con el teatro del Notariado durante años para hacer temporadas más largas de lo que era habitual para la danza de la época y también generar contenidos y producciones nuevas casi cada año por un período de más de 10 años. Esto último pudo contribuir a viabilizar y difundir más a la danza contemporánea, que para muchos públicos de las décadas de los 80 y 90 aún era bastante desconocida. Otro aspecto importante fue la conexión y circulación que comenzó a darse en Latinoamérica de grupos y coreógrafas/os a través de la Red Latinoamericana de Promotores Culturales de América Latina y el Caribe, de la cual Contradanza era miembro y participaba de los encuentros e intercambios, tanto artísticos como de gestión.

Con el transcurso de los años cada integrante fue creciendo a nivel creativo y eso también modificaría e iría modulando el futuro del grupo. En este sentido, fue sucediendo casi naturalmente que comenzaran a practicar la enseñanza en danza de otras/os bailarinas/es y también para niños y niñas. Que apareciera un deseo genuino de transmitir los recursos creativos, técnicos y los lenguajes a futuros creadores. Esto además significó un gran crecimiento colectivo y de equipo para las integrantes, que marcó un antes y un después en el grupo y que posicionó lo pedagógico cómo un elemento muy importante hacia la comunidad.

Otra contribución importante para el grupo y los públicos fue el pasaje de Joanne Barret, bailarina y coreógrafa americana de la compañía de Michael Clarke, por el grupo Contradanza. Barret introduce un lenguaje abstracto posmoderno, que era bastante diferente a la estética del grupo en ese momento. Su pieza HEH redimensiona las formas, ofreciendo una mirada particular sobre los cuerpos, dentro de lógicas más bien matemáticas o formales y menos emotivas y expresivas.

También pasaron otras creadoras por el grupo que aportaron miradas enriquecedoras, como es el caso de Teresa Duggan de Argentina. Pero Contradanza siempre tuvo colaboradoras/es e intérpretes cuyos pasajes por el grupo fueron fundamentales en las creaciones del grupo y que retroalimentaron procesos y conocimientos. Artistas como: Nancy Bacelo, Julio León, Canda Perrone, Alicia López, Lauro Wilkins, Pilar Cubría, Rodolfo Vidal, Magdalena Lorenzo, Lito Eguren, Alberto Sejas, Laura Lockhart, Omar Bohuid, Guillermo Casanova, Tamara Cubas, Gabriel Flain, Walter Linas, Martin Blanchet, Juan Jose Ferragut, Mariela Besuievsky, Pablo Dotta, Ana Rosa Rodríguez, María Villalonga, Carlitos Da Silveira, Nicolas Arnicho, Ana Eulate, Raúl Burguez, entre otros/as.